Son muchas las razones para visitar Doñana. Desde el sentimiento devocional que despierta la Virgen del Rocío hasta las inquietudes naturalistas, pasando por la fotografía o los placeres hedonistas que ofrece un espacio natural lleno de paz y tranquilidad.
En este post os vamos a dar un montón de razones para planificar vuestro viaje al Parque Nacional de Doñana. Y si lo queréis todo organizado, solo tenéis que poneros en contacto con nosotros y os prepararemos la escapada perfecta.
Qué vas a encontrar aquí
CONOCER LAS MARISMA MÁS IMPORTANTE DE EUROPA
Las marismas son los espacios clave del Parque Nacional de Doñana y la principal razón para visitar este lugar. Son las responsables de que millones de aves se alimenten, críen o simplemente lo usen de estación de paso en sus largos viajes. La marisma se forma a partir de la sedimentación milenaria de limos y arcillas que crean un suelo impermeable donde el agua permanece durante largos periodos de tiempo.
Visitar las marismas de Doñana es, sin duda, una de las excursiones desde Huelva imprescindibles. Se trata de uno de los ocho lugares de Andalucía incluidos en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En el siguiente enlace podéis conocer la lista completa.
DAR LARGOS E INOLVIDABLES PASEOS
Si hay un lugar donde los paseos por la playa pueden ser infinitos, ese es la playa de Doñana. Desde Matalascañas podemos tomar dos direcciones, norte o sur. Las dos opciones son de espectacular belleza y transcurren por espacios prácticamente vírgenes, sin camino hacia el sur es el que adentra en el parque nacional.
La playa es el lugar en el que se unen el mar y la tierra. Las mareas hacen variar ese límite a lo largo del día. Entre el agua y el inicio de las dunas se encuentran pequeñas y resistentes plantas expuestas al los vientos y el oleaje. En las playas a veces se concentran grandes bandadas de animales.
FOTOGRAFIAR ESPACIOS Y MOMENTOS ÚNICOS
LAS DUNAS Y LOS CORRALES
El viento modela el paisaje de Doñana y hace que las dunas de arena avancen lentamente cada día. No es posible caminar por cuenta propia dentro del parque nacional, pero sí es posible conocer las dunas desde la playa o disfrutar de una ruta en 4×4 a través de ellas. La simplicidad y belleza de sus formas las hace objetivo de todos los fotógrafos que visitan Doñana.
Los corrales son espacios con vegetación encerrados por dunas. Concentran la humedad y es el lugar de refugio y alimentación de muchos animales. La combinación del verde de los pinos y enebros con el amarillo de las arenas fascina a quien las visita.
LOS CAMPOS DE CRUCES
A medida que las dunas avanzan van cubriendo y secando los pinos. Cuando la duna desaparece quedan los esqueletos de los árboles formando un paisaje conocido como Campos de Cruces.
LAS VETAS
Se conoce como vetas a las pequeñas islas que se divisan alargadas en la marisma. En ellas crece la vegetación que sirve de refugio y lugar de nidificación de aves y otros animales. Se puede captar su reflejo en el agua los días más tranquilos, localizar animales con el objetivo fotográfico adecuado o simplemente disfrutar de su belleza paisajística.
ATARDECER EN LA MARISMA
El ocaso es una de las principales razones para visitar el Parque Nacional de Doñana. Es el momento en el que muchas especies animales se activan, pero sobre todo, es el momento en el que la superficie acuática se mimetiza con el cielo. Pasando por toda la gama de colores del atardecer, es el momento fotográfico por excelencia.
ADENTRARTE EN UN ESPESO BOSQUE
Los bosques galería son otra de las singularidades de Doñana y, a nuestro juicio, un poco eclipsados por las marismas, la fauna y las playas. Se trata de bosques muy densos que cubren casi por completo los senderos. Están formados por árboles como sauces (Salix sp.) y alcornoques de gran tamaño (Quercus suber), pinos piñoneros (Pinus pinea), madroños (Arbutus unedo) y álamos blancos (Populus alba) y arbustos muy variados como arraclanes (Frangula alnus), varias especies de helechos, zarzas (Rubus ulmifolius) y madreselvas (Lonycera sp.) tapizan el suelo y levantan paredes vegetales que limitan los espacios de tránsito. Uno de los sitios más interesantes para conocer este tipo de bosques es el arroyo de la Rocina.
CONTEMPLAR ANIMALES MÁGICOS
Doñana es una de las principales reservas de fauna de Andalucía, descúbrelo todo en una excursión privada y exclusiva.
EN LOS COTOS
Los cotos son terrenos acotados o delimitados. En el parque nacional de Doñana crecen principalmente el matorral o sotobosque sobre un sustrato de arenas. Aunque en la actualidad se encuentran pinos de piñoneros de gran porte, esta especie fue introducida por los humanos en el siglo XVIII. Es el lugar que frecuentan los grandes herbívoros. Los cotos rodean a las marismas. Abundan los ciervos, gamos y jabalíes, aunque es posible ver también al famoso lince ibérico.
EN LA VERA
La vera es una estrecha franja que hace de transición entre la marisma y los cotos. Aquí conviven fauna y flora de ambos ecosistemas con otros propios de la vera. La humedad que emana de las arenas permite el crecimiento de pastos, helechos y juncos que permanecen siempre verdes. Son una reserva de alimento para el verano y aquí se pueden ver a la vaca mostrenca y al caballo marismeño. En ocasiones la vera alberga portentosos alcornoques llamados “pajareras”, pues sus retorcidas ramas sirven de asiento para los nidos de garzas y espátulas.
EN LOS CAÑOS
Los caños son testigos del proceso de formación de las marismas de Doñana. Antaño fueron los ríos que surcaban el delta del Guadalquivir y, aunque en la actualidad siguen siendo las arterias de canalización del agua, hoy están integrados en el paisaje. Se pueden identificar por la abundancia de enea (Typha latifolia) y carrizo (Phragmites australis). Son lugares con mayor profundidad donde el agua permanece incluso durante el estío. Con suerte y pericia se puede observar a la escurridiza nutria y otras especies de aves como la garza real o el calamón. También abundan las diferentes especies de peces que habitan el parque nacional.
VISITAR PUEBLOS CON ENCANTO
En Huelva abundan los pueblos con encanto y en el entorno de Doñana hay cuatro pueblos que merece la pena visitar: Aznalcázar, Almonte, Hinojos y Pilas. En cualquiera de ellos podréis conocer su bonito casco histórico de casas encaladas blancas. No puede faltar en cualquiera de estos pueblos una bonita iglesia con los característicos campanarios y espadañas de Andalucía occidental. Más adelante prepararemos un post específico sobre estos pueblos onubenses.
CONOCER EL ROCÍO Y SU RELIGIOSIDAD
La aldea del El Rocío es una pedanía de Almonte, donde desde el siglo XV se venera a la Virgen del Rocío. Esta devoción hace que miles de fieles peregrinen hasta la aldea cada año durante el mes de mayo. Los peregrinos atraviesan el parque nacional de Doñana a caballo o en carretas de caballos y se alojan durante unos días festivos en la aldea. Allí se conmemora la venida del Espíritu Santo a los apóstoles y la fundación de la iglesia cristiana. Esta devoción tiene un importante arraigo en la Andalucía occidental, aunque en algunas personas vienen incluso de la zona de Almería (el extremo oriental de Andalucía).
No os recomendamos visitar Doñana en estas fechas si no estáis completamente interesados en la festividad cristiana, pues el alojamiento es prácticamente imposible si no se reserva con mucho tiempo y las actividades son limitadas. Pero en una buena visita a Doñana no puede faltar un paseo por la aldea para conocer el Santuario de Nuestra Señora del Rocío.
SABOREAR LA GASTRONOMÍA MARISMEÑA
En Doñana y su entorno se producen alimentos de extraordinaria calidad. Sobre sus ingredientes, las carnes de caza o la vaca mostrenca son algunas de las singularidades de esta tierra. Los mariscos y bivalvos son otra de las claves de la gastronomía de Doñana que no debéis dejar de probar. Si queréis nombres de platos en concreto os proponemos unos cuantos: ternera marismeña con arroz, garbanzos con espinacas, caldereta del Rocío, picadillo de choco. Si queréis saber más os recomendamos leer nuestro post sobre gastronomía de Huelva.