7 razones por las que tienes que visitar Granada para conocer el Arte Flamenco
El flamenco empieza a traspasar fronteras a partir del siglo XIX. Entonces numerosos viajeros, principalmente europeos, acudían a Granada maravillados por la Alhambra, sus gentes y Sierra Nevada. El pueblo gitano fue uno de los atractivos principales. El movimiento romántico admiraba aquellas gentes extremadamente humildes, pero que vivían con alegría y poseían un arte peculiar, el flamenco.
EL SACROMONTE. MÁS QUE PINTORESCO
El Sacromonte es un pequeño barrio ubicado en una de las laderas del valle de Valparaíso (el del río Darro). Se caracteriza por sus pobladores, en su mayor parte de etnia gitana y por las peculiares casas cueva encaladas.
Este pintoresco e idílico lugar está salpicado de veredas (callejuelas peatonales) que suben y bajan atravesando varios barrancos. La naturaleza cambiante hace disfrutar de la visita especialmente en primavera y otoño. Paseando por sus calles se puede conocer parte de la muralla medieval, la Abadía del Sacromonte o sus fuentes de agua.
Otro de los principales atractivos son los miradores a la Alhambra y al cerro del Sol. No hace falta buscar mucho, casi desde cualquier punto las vistas a la fortaleza nazarí son espectaculares. El Cerro del Sol se ubica en la ladera opuesta, allí hubo otros palacios e infraestructuras del agua que explicamos en Caminos del agua. Pero el verdadero valor de este barrio reside en sus vecinos.
A los foráneos les suele llamar la atención la gran cantidad de tablaos flamencos. Para los viajeros el barrio del Sacromonte ha sido y es el culmen del arte flamenco en Granada. Y aunque el flamenco no solo es cosa de gitanos, lo cierto es que ellos han sabido mejor que nadie canalizar el flamenco hacia una forma de vida y negocio, “los tablaos”.
Recomendamos recorrerlo andando. Ya no solo porque está cerrado al tráfico para los no residentes, sino porque los vericuetos y estrechas calles se disfrutan a pie y merece la pena dedicar medio día a recorrerlos.
LAS TABLAOS FLAMENCOS DE GRANADA
El sustrato geológico de conglomerados permitió excavar cuevas que se usaron como viviendas, espacios artesanales y actualmente tablaos flamencos. Cada noche muchos autobuses suben a los turistas a ver espectáculos de Zambra (el flamenco más propio y característico de Granada).
En el siglo XIX comenzaron a llegar los primeros viajeros interesados en conocer el flamenco. Desde entonces el pueblo gitano se prestó a mostrar su cultura que, con el tiempo, derivó en una forma de ganarse la vida.
Los tablaos son cuevas acondicionadas para que sus visitantes disfruten de singulares actuaciones flamencas. Allí bailan principalmente artistas locales.
Pero no son solo salas de espectáculos, también atesoran parte de la historia del flamenco, de los gitanos y de su barrio, el Sacromonte. La cueva de Curro Albaicín es un buen ejemplo de ello.
Los tablaos flamencos del Sacromonte son los más conocidos, pero también existen otros fuera del barrio. En el Albaicín está El Templo Flamenco, también excavado en la montaña y donde cada noche se toca, se baila y se canta.
CUNA DE GRANDES ARTISTAS FLAMENCOS
El talento se ha transmitido de generación en generación formando familias casi dedicadas exclusivamente al flamenco (Amaya, Maya, Habichuela, Heredia, Morente). Os contamos aquí sobre algunos de los mejores artistas.
Enrique Morente es la máxima expresión del flamenco granadino. Su valor radica en parte en la renovación del flamenco en las últimas décadas. Introdujo letras de grandes poetas en sus letras flamencas. Fusionó el flamenco con el rock y otros estilos de una manera magistral. Su figura no estuvo exenta de polémica entre los más puristas, pero mientras tanto, su fama mundial alcanzó cotas insospechadas.
Carmen Amaya nació en Granada, la internacional bailaora lo afirmó en una entrevista. Cuenta que a los cuatro años bailaba con su familia, todos ellos bailarines, ante los ingleses en las cuevas del Sacromonte. El arte de esta mujer sobrepasa cualquier frontera en la primera mitad del siglo XX y se convierte en un mito del baile flamenco.
María la Canastera fue una cantaora y bailaora del Sacromonte que llegó a alcanzar una notable fama incluso fuera de España. Con tan solo 16 años viajó a Barcelona para participar en la Exposición Universal de 1929. La Zambra, uno de los más puros palos granadinos, fue su seña de identidad. En Granada tiene un monumento.
Juan Habichuela fue uno de los grandes de la guitarra. Perteneció a una familia con larga tradición en este instrumento. Ha acompañado a casi todos los grandes cantaores y bailaores (Camarón, Fosforito, Manuela Vargas, Marina Heredia, Morente, Mario Maya, José Mercé, Rancapino). Es una referencia de la guitarra en la segunda mitad del siglo XX.
Mario Maya no nació en Granada y gran parte de su vida la pasó fuera. Pero llegó aquí con pocos meses de vida y creció como artista bailando en las cuevas del Sacromonte. Después su carrera se internacionalizó bailando por medio mundo. Está considerado como uno de los bailarines más importantes del flamenco en el mundo.
Frasquito Yerbagüena fue un cantaor granaino de la primera parte del siglo XX. Amable, dicharachero y con una gran voz. Creó un fandango personal que hoy lleva su nombre, aunque nunca llegó a grabar. Según los que lo escucharon “nadie hacía el cante por granaínas como él”.
Citamos otros grandes artistas por aquí: Los hermanos Maya: Manuel «Manolete» (coreógrafo y bailaor) y Juan «Marote» (guitarrista), María Guardia Gómez «Mariquilla» (bailaora), Estrella Morente (cantaora), Antonio Carmona (cantaor), Antonio Cuevas «El Piki» (cantaor), Marina Heredia (cantaora).
LA ZAMBRA DEL SACROMONTE
La cuarta razón para conocer el flamenco en Granada es la posibilidad de sentir la Zambra. Esta sensual danza tiene un origen árabe, de hecho comparte algunas características con la danza del vientre.
Se caracteriza por bailarse con los pies descalzos, castañuelas en las manos, blusa anudada bajo el busto y falda larga a la altura de la cadera. Estas faldas tienen un amplio vuelo y pliegues para hacerlas flotar en el aire durante el baile.
En origen era habitual que se realizará en las bodas gitanas. Sin embargo grandes bailaoras del siglo XX la llevaron a los escenarios y hoy día los gitanos la bailan para los turistas en los tablaos flamencos del Sacromonte.
Consta de tres bailes principales: la alboreá, la cachucha y la mosca. Cada uno de estos bailes representa un momento de la boda gitana. Curro Albaicín lo explica mejor que nosotros.
La Inquisición española prohibió esta tradición en el siglo XVI por indecente. Pero los gitanos mantuvieron su practica clandestinamente. Ya en el siglo XVII aparece descrita como género propio de los moriscos de Granada.
FLAMENCO EN LA CALLE
Llegar por primera vez al mirador de San Nicolás y alucinar con la Alhambra mientras suena flamenco no tiene precio.
Es habitual ver a artistas flamencos zapateando y cantando en plena calle. Los dos sitios principales son Plaza Nueva y el mirador de San Nicolás, donde los encontraréis a diario. No obstante es posible ver y oír a otros músicos en otros lugares del Albaicín. Estos artistas se ganan la vida deleitando a foráneos y también a locales. Endulzan la vida de los viandantes y caracterizan a la ciudad de Granada.
Si tenemos en cuenta que el flamenco es un arte del pueblo, ver flamenco en la calle debe verse como algo natural. El flamenco comenzó a llegar a espacios escénicos más o menos cultos a partir de finales del siglo XIX, aunque siempre ha conservado ese aire humilde y orgulloso a la vez.
Uno de nuestros artistas callejeros preferidos es Pepe Checa “El Cerrajero” y su especial fusión de estilos. Este músico pone una pasión y sentimiento especial improvisando con el corazón en las calles de Granada. Os recomendamos visitar su canal de Youtube, os aseguráis un buen rato de buena música.
ARTESANOS DEL FLAMENCO
La Escuela Granadina de Guitarreros está considerada como una de las mejores del mundo. Los instrumentos son demandados desde casi cualquier parte del planeta. Esta escuela es la mayor de España junto con la de Madrid.
Aunque el mundo se industrialice cada vez más, el flamenco necesita de los artesanos. Los instrumentos flamencos deben ser creados a mano para que su sonoridad sea correcta y tenga alma. Los artesanos custodian un rico patrimonio inmaterial, un conocimiento traspasado de generación en generación.
Granada cuenta con 12 talleres de guitarra artesanales: Daniel Gil de Avalle, Guitarras Henner Hagenlocher, Eduardo Durán Ferrer, Paco Santiago Marín, Guitarrería Bellido Miguel Ángel, La Guitarrería de Ayman Bitar Serrano, Jesús Manuel Bellido Martín Belligoguitars, Guitarras Antonio Marín, José L. Vigil, Casa Ferrer, Víctor Manuel Diaz Sánchez, Guitarrería German Pérez.
Algunos de estos talleres ofrecen visitas al taller para conocer el proceso de trabajo y la pasión de este oficio.
NUESTRO SIGUE EL COMPÁS
Si quieres conocer el Flamenco en Granada por tu cuenta hemos preparado un post que te va a gustar “El flamenco de los Granainos”.
Pero si además quieres que te lo expliquemos, pues “Sigue el Compás”. Es una visita guiada por parte del Albaicín y Sacromonte enfocada a conocer el arte flamenco en Granada. Entre otras cosas, conoceréis a algunas personas del mundo flamenco que os hablarán en primera persona este auténtico arte.