Vamos a hacer un recorrido por los azulejos de la Alhambra, ¿nos acompañas?
Partiendo desde la entrada a los Palacios Nazaríes vamos a ir recorriendo cada sala. Veremos los paneles de azulejos y alicatados más interesantes de cada espacio. Os explicaremos algunas curiosidades y os daremos unas pinceladas de su historia.
Qué vas a encontrar aquí
RUTA POR LOS AZULEJOS DE LA ALHAMBRA
Os avisamos de antemano que sería imposible describir todos los azulejos de la Alhambra en formato post, nos daría para un libro, ¡o dos!. Haremos un recorrido por los más significativos de cada lugar.
AL FINAL DEL RECORRIDO ALGUNAS CLAVES SOBRE LA TÉCNICA, EL COLOR Y EL SIMBOLISMO.
ALICATADOS DEL MEXUAR
Nuestro camino empieza en el Mexuar. En este lugar se reunía la Sura o Consejo de Ministros y además es donde el sultán impartía justicia. El espacio fue profundamente cambiado con la llegada de los cristianos que construyeron una capilla. De hecho la actual estancia probablemente tuvo un patio con alacenas donde se guardaban perfumes. Nos referimos al espacio donde se ubicó posteriormente el coro (entre el oratorio y el acceso al Mexuar). Los alicatados de este antiguo patio son de los más interesantes de la Alhambra. Forman enormes ruedas con pequeñas piezas a partir de estrellas de 8 y 16.
El resto de azulejos de la sala es obra morisca (musulmanes convertidos al cristianismo a partir de 1502). Forman parte de la adaptación cristiana del espacio en el siglo XVI. El nivel de complejidad es mucho menor, pero el resultado igualmente original.
EL CUARTO DORADO
Por una pequeña puerta accedemos a la antesala del Cuarto Dorado. Ahora estamos en el pórtico que precede a este cuarto. Sus zócalos están revestidos de una trama muy simple de rombos a 45º. La mayor parte de estos azulejos no son originales. Lo que más llama la atención en este lugar son los alicatados que forran los fustes de las columnas adosadas a la pared. Forman una red de rombos o sebka que se repite en varios lugares de la Alhambra. Es un ejemplo de cómo con un solo motivo se puede ampliar hasta el infinito.
AZULEJOS DE LA FACHADA DE COMARES
Saliendo al patio del Cuarto Dorado nos encontraremos con la Fachada de Comares. Esta gran escenografía acompañaba al sultán. Aquí hacía acto de presencia sobre su asiento ubicado en el centro. Bajo esta fachada recibía audiencias importantes. Es una de las grandes obras maestras del arte hispanomusulmán donde la simetría organiza hasta el más mínimo detalle.
Las dos puertas de acceso están enmarcadas con alicatados de lacería. Delgadas cintas de diferentes colores se van entrelazando. La parte de abajo, la que queda a la altura de la vista, es una restauración del siglo XIX. Se reconstruyó con yeso para ofrecer una visión completa de la decoración. En la parte baja veréis minúsculas piezas de cerámica que reproducen un texto epigráfico. El hecho de que estén insertas en yeso, se debe a que forman parte de una solución contemporánea de restauración.
ALICATADOS DEL PATIO DE LOS ARRAYANES
Atravesamos la puerta izquierda y recorremos un pasillo en recodo para llegar al Patio de los Arrayanes. Pasamos ahora del ámbito administrativo y público al familiar y privado.
Este palacio comenzó a construirse por Yusuf I, pero su hijo Muhammad V le dio la apariencia “actual”. Y decimos actual entrecomillado porque además de las transformaciones cristianas ha sufrido incendios. Como es habitual, está organizado en torno a un patio con alberca y vegetación.
Los zócalos de las galerías norte y sur están decorados con el mismo tipo de azulejos. Se trata de una trama de grandes piezas encintadas y giradas a 45º que dan una sensación de trama romboidal. Prácticamente todos son piezas de restauración contemporáneas.
Los iwanes de Comares merecen una mayor atención, pues aquí sí se conservan partes originales. Además tienen una trama de alicatados mucho más compleja, los llamados trisqueles o pajaritas. Configuran una especie de esvástica o estrella en movimiento. Algunos investigadores consideran que este modelo evoca el movimiento del agua (la relación del agua con la Alhambra la explicamos en esta visita guiada). La composición es rematada con un friso de almenas y merlones en blanco y negro, algo casi sistemático en los alicatados. Quizá sean los azulejos de la Alhambra que más nos gustan.
La función que estos iwanes cumplieron no ha sido revelada por ninguna fuente histórica. Por eso ha dado pie a la imaginación y se han concebido sus repisas para colocar candiles, libros u otros enseres de uso cotidiano. La visión romántica del palacio entiende los iwanes como espacios para el reposo entre cojines y alfombras, y probablemente no esté muy alejado de la realidad.
VARIEDAD DE ALICATADOS DE LA SALA DE LA BARCA
Antes de llegar al Salón del Trono cruzamos las Sala de la Barca. Parece que su nombre deriva de baraka (bendición, palabra que aparece con frecuencia en sus inscripciones). Esta sala y el pórtico exterior sufrieron el mayor de los 4 incendios de la Alhambra. Ocurrió en 1890 y acabó con la mayor parte de las cubiertas.
Aquí encontraréis varios tipos de alicatados. En columnas y zócalos se emplearon dos tipos de sebkas diferentes de piezas blancas y negras. En otro zócalo se montaron paneles donde predominan las estrellas de 8 puntas encintadas. Si nos acercamos a las alhanías de ambos lados veremos composiciones en torno a octógonos de mayor tamaño.
PEQUEÑOS ALICATADOS DE TAQAS DE COMARES
Ya casi estamos dentro del salón del Trono, pero merece la pena detenerse en las taqas. Son los pequeños nichos que veréis a ambos lados de las jambas. También las hay en el paso del pórtico exterior a la Sala de la Barca. Según el poema de su epigrafía ahí se colocaba una jarra de agua.
Su interior también está decorado con alicatados. Al motivo de la foto que os mostramos le llaman «el avión». Está compuesto por un solo tipo de pieza que se repite mediante rotaciones. El esquema podría repetirse hasta el infinito alternando piezas blancas y negras.
LA COMPLEJIDAD EN EL SALÓN DEL TRONO
Ahora nos adentramos en el Salón del Trono o Embajadores. Está ubicado en el interior de la gran torre de Comares. Aunque su techo de madera quizá sea lo más significativo, la variedad de modelos de alicatado en este lugar es alucinante.
En las 9 pequeñas salas en torno al salón varían las composiciones y combinación de colores. Encontraréis el tema del «el hueso», «el pez volador» (un tipo de sebka), sebkas clásicas (tramas romboidales de líneas mixtilíneas) y otras composiciones por lo general más sencillas.
A nuestro parecer (y solo una cuestión de gustos) los más bonitos son los del zócalo de la estancia principal. Partiendo de una estrella de ocho puntas desarrollan una gran rueda central. A partir de ahí van variando su desarrollo y añadiendo más o menos ruedas.
Fijémonos ahora en el suelo, justo en medio de la sala. Aquí se debía colocar el trono del sultán. Y aunque está acotado para que no se pisen las piezas, los azulejos no son los medievales. Ahora vemos unos azulejos octogonales que imitan a los originales y son producto de una restauración de finales del siglo XVI. Estas piezas se denominan “de arista”, tienen un poco de relieve que se obtenía con molde. Destaca el escudo nazarí con el lema “Sólo Dios es vencedor».
Los originales se conservan en el Museo de la Alhambra y son del siglo XIV. Para realizarlos se empleó la técnica de reflejo metálico. Es decir, tras la primera cocción de la arcilla con los vidriados blanco y azul, se realizó una segunda para aplicar el dorado.
AZULEJOS DE ARISTA EN LA QUBBA DE ABENCERRAJES
Seguimos el recorrido por los azulejos de la Alhambra y damos un salto hasta la Sala de los Abencerrajes. Ya estamos en el Palacio del Riyad al-Saíd o Jardín Feliz, más conocido como “Palacio de los Leones”. Esta qubba, junto con el resto del palacio, fueron construidos bajo mandato de Muhammad V. Sin embargo los azulejos que cubren sus zócalos son del siglo XVI. Disponen un motivo de estrellas de 8 puntas y crucetas que combinan vidriado blanco, verde y melado (marrón). Están realizados con la técnica de arista que mencionamos antes.
El desarrollo de esta técnica se produce en la Sevilla mudéjar en torno al siglo XV. De hecho éstos fueron fabricados en Sevilla. La aplicación de moldes sobre la arcilla genera una arista que hacer de separador de las diferentes tonalidades de vidriado.
Como curiosidad os diremos que este tipo de azulejo también se utilizó para las techumbres de algunos edificios. No es raro encontrarlos reutilizados en los balcones de algunas casas granadinas.
Si miráis al suelo de las alhanías veréis un pavimento de azulejos en espiga. Tampoco es el original, pero en este caso sí que se realizaron suelos iguales en época nazarí.
AZULEJOS DE INCRUSTACIÓN DE LA SALA DE LOS REYES
Seguimos nuestro recorrido por el palacio del Jardín Feliz hasta llegar a la Sala de los Reyes. Este espacio se concibió como lugar de recreo, tertulia e incluso festejo. Los alicatados de los zócalos no son lo más importante de esta sala. En gran medida están reconstruidos, eso sí, a partir de restos originales. El valor de este conjunto de estancias está en las bóvedas decoradas con representaciones figurativas.
Sin embargo, como esto va de azulejos, os recomendamos mirar los rodapiés conservados en algunas partes de la Sala de los Reyes. En concreto a las piezas que envuelven las basas de las columnas adosadas. Son los denominados azulejos de incrustación. Sobre un azulejo verde se comienza a tallar una oquedad donde posteriormente se insertan piezas de color blanco. En este caso las composiciones se alejan de lo geométrico. Muestran un tema vegetal de tallos finos y palmas. Una solución similar la encontramos en algunas puertas monumentales como la de las Armas en la Alcazaba y en el dintel de acceso al Generalife.
ALICATADOS DE LACERÍA DE LA QUBBA DE DOS HERMANAS
Accedemos ahora al segundo espacio residencial de Leones, la Sala de Dos Hermanas. Todo es significativo en esta qubba: las yeserías, las celosías, el color y las dos gigantescas losas de mármol que dan nombre a la sala.
Los zócalos están cubiertos por miles de piezas alargadas o “cintas” que se entrelazan. Aquí podéis perderos hasta el infinito siguiendo las complicadas lacerías de los zócalos. Algo casi incomprensible al ojo humano común y que sólo la matemática puede explicar.
Pero por marcar la diferencia con lo que hemos visto hasta ahora, aquí se conservan varios fragmentos de pavimento con la técnica del alicatado. Los encontraréis en los quicios de acceso de las diferentes salas o alhanías. Aunque fue frecuente realizar esta labor, los pavimentos son uno de los elementos que más acusan el paso del tiempo y deben renovarse.
MÁS INCRUSTACIÓN EN EL MIRADOR DE LINDARAJA
Unos pasos más adelante llegamos al Mirador de Lindaraja o Daraxa. En origen no daría al actual patio del siglo XVI, sino que tendría vistas hacia la muralla y el Albaicín. Si los espacios vistos hasta ahora ya estaban recargados, aquí el detalle de la decoración llega a cotas aún más elevadas. Los más singular de este espacio es la cubierta de madera con fragmentos de vidrio de colores.
Pero centrémonos la mirada ahora en las jambas del gran arco de acceso al mirador. De nuevo encontramos un pequeño friso de azulejos de incrustación. En este caso veremos una inscripción árabe en negro sobre fondo blanco. Las piezas negras serían las incrustadas y lanzan alabanzas al constructor del palacio.
La epigrafía de la jamba derecha dice: “El auxilio divino, el dominio y la clara victoria sean para nuestro señor Abū ‘Abd Allāh (Muḥammad V), príncipe de los musulmanes”. La inscripción de la izquierda reza: “Gloria a nuestro señor el sultán Abū ‘Abd Allāh (Muḥammad V), hijo de nuestro señor el sultán Abū l-Ḥaŷŷāŷ (Yusūf I).
AZULEJOS DE BAÑO DE COMARES
Este es el hamman mejor conservado de al-Andalus. No obstante, en el siglo XIX se restauró restituyendo una gran parte con azulejos actuales. Suelen impresionar los colores vivos de las yeserías de las Sala de las Camas. Aunque forman parte de la reconstrucción, nos hacen evocar su apariencia original. Fue el baño particular de los sultanes nazaríes y aristócratas allegados.
La variedad de modelos geométricos y combinaciones cromáticas es enorme. La cerámica recubre columnas adosadas, pavimentos y zócalos casi por completo. De nuevo encontramos alicatados de piezas muy grandes con composiciones simples e infinitas. Destaca una composición de piezas alargadas que, curiosamente, se utilizan tanto en vertical como en horizontal.
Tanto los Reyes Católicos como los sucesivos monarcas, valoran la herencia nazarí, pues se conservan la mayor parte de las decoraciones de la Alhambra. Sin embargo se dota de un nuevo significado introduciendo símbolos propios como el “águila bicéfala” o el “Plus Ultra” imperial. El baño de Comares se hace introduciendo pequeñas piezas cerámicas en los alicatados, al igual que en el Mexuar.
El hammam de Comares sólo es accesible mediante el programa de visitas de especialistas de la Alhambra. Sin embargo hay un par de sitios desde donde se puede ver. Uno es desde del pasillo que comunica Dos Hermanas con las estancias de Washington Irving; y dos, desde el sótano de la Sala de Dos Hermanas.
ALICATADOS DEL PARTAL
Hemos llegado al Partal, otro de los iconos de la Alhambra y nuestra última parada. Está construido sobre la muralla de la Alhambra y tiene una gran alberca ajardinada. Aunque se visita después de los llamados Palacios Nazaríes, se construyó en fecha anterior a casi todo lo visto hasta ahora (Muhammad III entre 1302-1309).
Los alicatados de la torre están basados en estrellas centrales de 12 o 16 puntas. Generan las clásicas ruedas compuestas por sino (o estrella central), zafate, almendrilla, alfardón y candilejo. Todas y cada una de las piezas están encintadas, es decir, rodeados por piezas alargadas que se van entrelazando. Pese a tener tramas complejas, la apariencia es sobria, pues combina solo tres tonalidades de vidriado: verde, negro y blanco.
Los alicatados de pórtico son mucho más sencillos. Reproducen una red de cuadrados girados a 45º y coronados, como es habitual, por los clásicos merlones.
Nuestro camino acaba aquí, si os ha gustado ponerlo en los comentarios e intentaremos hacer una segunda entrega con lo que queda de recorrido. Sin embargo el artículo continúa. Os hablamos a continuación de la técnica, los usos, el simbolismo,…
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A continuación técnica, usos y simbolismo de la azulejería nazarí 👇
TÉCNICA Y USO DE LOS AZULEJOS EN LA ALHAMBRA
Los azulejos no son una invención de los andalusíes. Probablemente los encontremos en casi cualquier cultura. Solo tenemos que irnos a la Puerta de Ishtar de la antigua Babilonía (s. VI a. C) para encontrar un claro ejemplo de ello. Sin embargo los andalusíes desarrollaron con enorme maestría este arte hasta conseguir resultados tan sorprendentes y originales como los de la Alhambra.
TIPOS DE AZULEJOS EMPLEADOS EN LA ALHAMBRA
Haciendo un repaso de lo que hemos visto hasta ahora, en la Alhambra existen multitud de soluciones decorativas con azulejos.
- Paneles de azulejos. Conjunto de azulejos de tamaño medio o grande y con forma principalmente cuadrada.
- Alicatados. Conjunto de piezas de diferentes formas, tamaños y colores que se agrupan para formar composiciones geométricas más o menos complejas.
- Azulejos de incrustación. Piezas talladas en los que se insertan otras piezas cerámicas menores
- Azulejos en relieve. Piezas con formas variadas que han sido talladas o modeladas antes de la aplicación del vidriado. No los hemos visto en el recorrido, pero podéis encontrarlas en la puerta de la Justicia.
- Azulejos de cuerda seca. Donde una línea de manganeso separa los diferentes tonos de vidriado. Tampoco los hemos visto, pero solo es necesario acudir a la puerta del Vino y mirar sus albanegas.
- Azulejos de arista. Ya de época cristiana y que imitan la cuerda seca.
A esto hay que sumar que el estilo fue evolucionando, especialmente en lo relacionado con la complejidad y el recargamiento.
Cada una de las piezas de alicatado recibe un nombre. Os mostramos las principales.
- Estrella. Las hay de 8 hasta 16 puntos. Si son el centro de la composición las denominan “sino”. Cuantas más puntas contenga la estrella más compleja será la rueda que se forme alrededor.
- Zafate. Puede adoptar múltiples formas, aunque suele tener 6 lados con una de sus esquinas alargadas. Los principales se encuentran irradiando desde el sino, aunque no es una norma.
- Alfardón. Es similar al anterior pero más alargado.
- Almendrilla. Son las piezas más pequeñas con forma generalmente romboidal.
- Candilejo. Es la pieza con mayor variedad morfológica. Habitualmente tiene formas trapezoidales con 8,10 o 12 lados.
- Cinta o lazo. Son delgadas piezas que hacen de separador de las piezas anteriores. Pero también pueden constituir paños de alicatado sin necesidad de otras piezas. Reproducen motivos entrecruzados llamados labor de lacería.
LA TÉCNICA DEL ALICATADO
Aunque «alicatar» es una palabra que se usa en el castellano, procede del árabe andalusí alqáṭ[a]‘ y este del árabe clásico qaṭ’ que significa “corte”. En castellano tiene dos significados: “revestir algo de azulejos” o “cortar o raer los azulejos para darles la forma”.
Sin embargo en la Alhambra el término “alicatado” solo se usa en su segunda acepción, es decir, para azulejos cortados. Si la pared ha sido revestida de azulejos cuadrados de mediano o gran tamaño se le denomina panel de azulejos.
Los alicatados requerían un diseño previo avalado por conocedores de las matemáticas. Cada pieza se tallaba manualmente a medida. Luego se colocaban sobre una tabla, boca abajo siguiendo el diseño preestablecido. A continuación se cubrían con mortero rico en cal. Una vez seco y con la ayuda de la tabla se trasladaban a la pared. Aunque parece sencillo describirlo, para nada lo es hacerlo. En este vídeo se aprecia el minucioso trabajo.
EL USO DE LOS AZULEJOS EN LA ALHAMBRA
Proteger, decorar y simbolizar. Estas son las tres funciones de los azulejos. La cerámica vidriada permite impermeabilizar e impide que aparezca la humedad. Además este material es extraordinariamente resistente.
Aunque se conservan azulejos anteriores al siglo XIII, será a partir de este momento cuando se desarrollen con mayor intensidad. Usar azulejos supuso una mejora productiva, ya que la arcilla es una materia prima abundante y económica. La primera noticia en las fuentes documentales sobre el uso de estas piezas nos la proporciona Ibn Said en 1240. Cuenta que las viviendas se decoran con estas piezas y que son producidas en Almería, Málaga y Granada.
En la imagen 360 de abajo vemos como toda la parte inferior del Salón de Comares está forrada de azulejos cerámicos. Justo en el centro del pavimento se puede ver la solería de escudos nazaríes y reflejo metálico que os comentamos más arriba.
Los azulejos se emplean en pavimentos, zócalos, vanos, albanegas de arcos y, en época cristiana, incluso en cubiertas.
EL COLOR DE LOS AZULEJOS DE LA ALHAMBRA
¿Tienes un día gris? Acércate a la Alhambra y llena de color tu jornada. La ciudad palatina fue un mundo multicolor. Azul, verde, blanco, melado (marrón), negro y el afamado reflejo metálico (o dorado) estaban siempre presentes. Color hubo en las yeserías, en los textiles que cubrieron paredes y pavimentos, en las piezas de piedra como los leones o capiteles y casi en cualquier elemento de madera (puertas, cubiertas, frisos, canecillos, etc).
Sin embargo la mayor parte de ese color se ha perdido. Solo los azulejos cerámicos han conservado el color con mayor fuerza. Son los únicos que nos pueden transportar al mundo del color andalusí.
Este acabado colorido, brillante e incluso reflectante se conseguía a través de los vidriados de placas de arcilla.
LA MATEMÁTICA DE LOS AZULEJOS DE LA ALHAMBRA
«Es infinito el número de modelos posibles de mosaicos periódicos planos. Sin embargo pueden clasificarse por las simetrías que poseen en sólo 17 grupos que se corresponden con los respectivos Grupos Cristalográficos Planos. Su conocimiento por parte de los cristalógrafos nació después de disponer de los rayos-X en torno al siglo XIX. Lo verdaderamente sorprendente es que la Alhambra de Granada es el único conjunto monumental del mundo en el que se muestran todos los grupos.»
Para conocer más sobre la relación de las matemáticas con el diseño de los azulejos de la Alhambra, son de obligada consulta los trabajos del Rafael Pérez Gómez. Este profesor de la Universidad de Granada ha dedicado gran parte de su vida a estudiar la matemática en la Alhambra y además nos ha ayudado a en la redacción de este artículo.
SIMBOLISMO DE LOS AZULEJOS DE LA ALHAMBRA
Pero, ¿qué representan estas tramas de alicatado?. Las composiciones geométricas de la Alhambra son perfectas e infinitas. La geometría simboliza a Dios y es una manera de manifestar su presencia. Las representaciones de Al-lāh no están permitidas en el Islam y la geometría es una forma conceptual de acercarse a Dios.
La simetría trasmite equilibrio, orden y belleza y es el factor común a todas las composiciones. A través de rotaciones, traslaciones y repeticiones de la piezas se consiguen rellenar los planos. Se trata de un complejo procedimiento al que nos gustaría dedicar un artículo más adelante.
SOUVENIRS DE CERÁMICA GRANADINA
Es habitual encontrar en las tiendas del centro azulejos con motivos geométricos que imitan a los nazaríes. Recomendamos no comprar souvenirs porque generalmente están hechos de plástico. Estos son de cerámica, pero probablemente acaben igualmente en la basura. Mejor llevar un buen trozo de queso de cabra, o una botella de vino de las bodegas granadinas para disfrutar en compañía. Aunque, ¡ojo!, hay verdaderos artesanos del azulejo en Granada que hacen piezas maravillosas.
MAPA DEL RECORRIDO
Con este mapa de Google Maps podréis navegar por los azulejos de la Alhambra.
LIBRO SOBRE LA ALHAMBRA
Si quieres profundizar más sobre las decoraciones de la Alhambra, te remendamos leer «La Alhambra de Granada. El mayor monumento de la cultura nazarí mostrado en detalle«.
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GRACIAS
Para escribir este artículo nos han ayudado Paula Sánchez, Gaspar Aranda, Ramón Rubio, Rafael Pérez Gómez, Manuel Pérez. 5 amig@s que, además, son especialistas en alguna materia de la Alhambra. A ellos, ¡mil gracias!
Extraordinario estudio. Felicidades y gracias por este trabajo.